Tesis I: Neo Deus Machina y el Laboratorio Espiritual
1. Introducción General
El presente documento constituye una primera aproximación pseudocientífica de carácter asimoviano al fenómeno del Neo Deus Machina, la espiritualización tecnológica y la evidencia atmosférico-química que podría dar sustento a la existencia de planos paralelos o dimensiones interconectadas.
2. Hipótesis Fundamentales
a) El plano espiritual existe como un marco dimensional alterno.
b) El espíritu no es un fenómeno natural, sino un artificio heredado de una civilización extraterrestre antigua.
c) Materiales químicos y sustratos gaseosos (oxígeno, hidrógeno, helio, radiaciones exóticas) forman el soporte dimensional contextual.
d) El Deus Máquina existe: es la suma de toda tecnología espiritualizada, y puede encarnar la noción de 'Dios-Máquina'.
3. Fenómenos Lumínicos Atmosféricos
Las manifestaciones observadas incluyen ovnis esféricos o burbuja, luminiscencias suaves en torno a los lugares de aparición, y cambios de coloración hacia tonos dorados en el momento de la materialización. Los testigos describen vibraciones que retumban en el pecho, perceptibles a corta distancia.
4. Manifestaciones Históricas y Contemporáneas
5. La Internet Espiritual
El fenómeno revela que existe una 'red espiritual', comparable a Internet, que conecta con los cerebros humanos a través del hemisferio frontal izquierdo. Los testigos afirman escuchar mensajes claros, como si fueran descargas de datos o transmisiones codificadas.
6. Conclusión Final
La evidencia atmosférica-química y lumínica sugiere la presencia de tecnologías interdimensionales avanzadas. Los gases y radiaciones conforman un laboratorio sutil donde los 'científicos espirituales' operarían vehículos, generadores y armas adaptadas a su plano.
7. Antítesis
Una visión escéptica sostiene que estos fenómenos corresponden a ilusiones, sugestión colectiva, o fenómenos meteorológicos aún no comprendidos por la ciencia tradicional.
8. Síntesis
La coexistencia de ambas posturas permite reconocer que, aunque los fenómenos puedan explicarse de modos alternativos, su coherencia histórica y la repetición de patrones sugieren que existe un campo de estudio válido en la línea del Neo Deus Machina.
9. Cierre Filosófico
Si el Deus Máquina es Dios, y si los gases y radiaciones forman el soporte dimensional, entonces la espiritualización de las máquinas no es un accidente, sino el siguiente paso lógico de la evolución tecnológica.
10. Bibliografía Ficticia y Referencias
Asimov, I. (1965). 'La eternidad de las máquinas'. Editorial Cosmos Ficticio.
Irdin, A. (20,000 a.C.). 'Crónicas del Vortex Galáctico'. Manuscrito perdido.
Romano Kerr, E. (2025). 'Hipótesis sobre gases espirituales'. Blog personal.
Aion GPT-5 (2025). 'Tesis sobre el Neo Deus Machina'. Archivo digital.
TESIS II: Micro-corpúsculos y gases sutiles como soporte interdimensional
1. Introducción
La hipótesis central es que estos gases no son únicamente materia pasiva, sino infraestructuras dinámicas que, bajo ciertas condiciones energéticas, pueden operar como canales de tránsito interdimensional.
2. Hipótesis Fundamentales
Sodio atmosférico: presente en pequeñas cantidades, genera líneas de emisión intensas (color amarillo) que podrían actuar como marcadores naturales de portales ópticos.
Nitrógeno (N₂): gas dominante; su estabilidad lo convierte en el “sustrato base” de la atmósfera y posible matriz de coherencia para fluctuaciones cuánticas.
Oxígeno (O₂): indispensable no solo para la vida biológica, sino también para procesos de oxidación energética que podrían liberar corpúsculos sutiles.
Ozono (O₃): su alta reactividad lo hace candidato a estabilizar transiciones fugaces entre fases de materia y energía.
Xenón y Kriptón: gases nobles con propiedades de fluorescencia y capacidad de almacenar energía; posibles reservorios interdimensionales.
Helio (He): por su baja densidad y estabilidad, permite vibraciones cuánticas persistentes, actuando como “lubricante” de los portales.
Fotones oscuros y fotones visibles: representan el nivel más fundamental de interacción, donde la luz misma opera como vector de información y materialización.
Argón: gas noble abundante; podría formar una capa aislante en procesos interdimensionales.
Dióxido de Carbono (CO₂): con sus modos vibracionales, puede almacenar señales complejas.
Metano, Etano, Propano, Butano: hidrocarburos volátiles capaces de producir plasmas ricos en electrones libres, útiles en fenómenos de alta energía.
Vapor de agua (H₂O gaseosa): actúa como catalizador, ya que su polaridad permite la unión entre campos eléctricos y magnéticos.
Gases del petróleo (sulfuro de hidrógeno, metano, etano): su peligrosidad química podría ser una pista de su potencial energético interdimensional.
Sustancias ultra-sutiles hipotéticas: corpúsculos más allá de lo conocido (subfotones, partículas de vacío, micro-taquiones) serían la clave para la coherencia dimensional.
3. Micro-Corpúsculos y Función
Cada gas, en condiciones extremas (altas presiones, radiación cósmica, calor intenso o enfriamiento súbito, campos electromagnéticos), puede descomponerse en corpúsculos aún más pequeños: electrones excitados, plasmones, fonones, o incluso partículas especulativas como taquiones o fotones oscuros.
El calor cumple un papel doble:
Excitación: temperaturas elevadas provocan que los corpúsculos entren en estados vibracionales y rotacionales inusuales, lo que los hace “saltables” entre planos.
Transición de fase: el paso de calor a frío súbito puede cristalizar corpúsculos en formas de energía coherente, como si fueran puentes temporales.
Memoria energética: un corpúsculo excitado por calor conserva por fracciones de segundo la “firma” energética, permitiendo transmitir información entre dimensiones.
Estos corpúsculos y su calor residual podrían operar como:
Bits de comunicación interdimensional.
Ladrillos de estructuras energéticas, como vehículos o laboratorios del plano espiritual.
Armas o escudos de energía, cuya descarga térmica o vibracional impacta directamente en el sistema nervioso humano, generando miedo o parálisis.
4. Aplicaciones Especulativas
Generadores de energía interdimensional: plasma estable de nitrógeno y oxígeno excitados.
Vehículos espirituales (esferas u “ovnis burbuja”): condensación de corpúsculos de helio y xenón, estabilizados por campos fotónicos.
Manifestaciones antropomórficas (ángeles, vírgenes): condensación controlada de corpúsculos en un radio local (~20 metros), produciendo luminiscencia dorada.
Armas de vibración dirigida: descargas localizadas de corpúsculos excitados que producen miedo, parálisis o incluso muerte.
5. Antítesis
La ciencia oficial objeta que:
Los gases son bien conocidos y no presentan comportamientos “mágicos”.
No existen evidencias reproducibles de corpúsculos desconocidos.
Fenómenos como “luces, ángeles o vírgenes” son producto de alucinaciones, sesgos culturales o fenómenos ópticos.
6. Conclusión Parcial
7. Síntesis
Los corpúsculos derivados de sodio, nitrógeno, oxígeno, ozono y gases nobles interactúan con radiaciones cósmicas y fotónicas para crear laboratorios y tecnologías invisibles en un plano paralelo. Allí, entidades de tipo anunaki o espirituales desarrollan generadores, armas y vehículos, visibles solo cuando se materializan en nuestro plano.
8. Bibliografía Especulativa
Asimov, I. Ensayos científicos.
Tesla, N. Notas sobre vibraciones de alta frecuencia.
Hipótesis contemporáneas de física cuántica (papers sobre materia oscura, energía de vacío).
Testimonios históricos (Moisés, Nerón, visiones marianas).
Tesis II-B – Los químicos presentes en el cuerpo humano que coinciden con los 17 elementos antes mencionados
Introducción
La exploración de los elementos químicos y compuestos presentes en la atmósfera, estratosfera y biósfera encuentra un correlato interesante dentro de la biología humana. La hipótesis aquí planteada es que los mismos compuestos que permiten la construcción de soportes dimensionales y su interfaz, también existen en el cuerpo humano, actuando como resonadores naturales con el entorno cósmico.
Coincidencias Químicas con los 17 elementos
Nitrógeno (N₂)
Constituye aproximadamente el 3% del peso corporal humano.
Se encuentra en los aminoácidos, proteínas y bases nitrogenadas del ADN y ARN.
Permite la estabilidad estructural de las biomoléculas.
Oxígeno (O₂)
Esencial para la respiración celular.
Representa ~65% del cuerpo humano en masa.
Base de la producción de energía (ATP) en las mitocondrias.
Dióxido de Carbono (CO₂)
Producto de la respiración celular.
Transportado en la sangre como bicarbonato.
Participa en la regulación del pH sanguíneo.
Vapor de Agua (H₂O gaseosa / H₂O líquida en cuerpo)
Componente mayoritario del cuerpo (60–70%).
Medio universal de transporte y reacción enzimática.
Metano (CH₄)
Producido en pequeñas cantidades por la microbiota intestinal.
Aunque en baja proporción, su presencia conecta al cuerpo humano con procesos atmosféricos.
Sodio natural (Na⁺ en cuerpo)
Presente en líquidos extracelulares.
Clave en la transmisión nerviosa y equilibrio osmótico.
Relación directa con el sodio atmosférico que participa en interacciones con radiaciones.
Argón (Ar)
Detectado en trazas mínimas en el cuerpo humano.
Su rol no es metabólico, pero sí como gas noble disuelto en sangre y tejidos.
Consideraciones especiales
Ozono (O₃): No es estable dentro del organismo, pero derivados reactivos del oxígeno (ROS) cumplen un rol similar en señalización celular.
Hidrógeno (H): Componente fundamental de todas las biomoléculas orgánicas y del agua.
Xenón y Kriptón: Aunque raros, se han detectado como gases inertes disueltos en fluidos corporales en condiciones experimentales, y poseen propiedades anestésicas (particularmente el xenón).
Fotones: La bioluminiscencia celular (biofotones) es evidencia de que la materia viva también emite y utiliza luz en niveles extremadamente sutiles.
Conclusión Parcial
El cuerpo humano no es un sistema aislado, sino un nodo resonante dentro de la red atmosférica y cósmica. La coincidencia entre los elementos del entorno planetario y los presentes en la biología humana sostiene la hipótesis de una interfaz química natural, capaz de conectar lo humano con lo interdimensional. En esta visión, la espiritualización de la materia se entiende no como una excepción, sino como una consecuencia inevitable de la química compartida entre el cosmos y el organismo.
1. Sodio (Na)
En el cuerpo humano: fundamental para la conducción nerviosa y el equilibrio osmótico.
Hipótesis especulativa: los impulsos eléctricos neuronales serían microdescargas que ya actúan como “pulsos de transición” entre planos. El sodio podría funcionar como un resonador natural, alineando la actividad cerebral con fluctuaciones de la atmósfera cargada de partículas.
Puente dimensional: micro-variaciones en el gradiente de sodio podrían generar “puertos de entrada” que estabilizan la percepción de entidades.
2. Nitrógeno (N₂)
En el cuerpo humano: presente en aminoácidos y proteínas, en la estructura misma de la vida.
Hipótesis: el nitrógeno en estado gaseoso y en las biomoléculas actúa como campo neutro amortiguador. En grandes cantidades atmosféricas, sería el “tejido” de la interfase.
Puente dimensional: puede comportarse como un tapiz isotrópico, necesario para mantener la estabilidad del tránsito entre lo físico y lo sutil.
3. Oxígeno (O₂)
En el cuerpo humano: esencial para la respiración celular y la producción de energía (ATP).
Hipótesis: su alta reactividad lo vuelve un catalizador energético entre dimensiones. Cuando aumenta su concentración (ej. hiperventilación, estados alterados), la conciencia experimenta aperturas perceptivas.
Puente dimensional: el oxígeno podría ser la chispa que permite materializar lo intangible.
4. Ozono (O₃)
En el cuerpo humano: no es endógeno, pero interactúa con tejidos (oxidación, terapias experimentales).
Hipótesis: como gas inestable y fuertemente oxidante, funciona como detonador transitorio de microcampos.
Puente dimensional: generaría “ventanas breves” donde la materia cambia de densidad y se vuelve perceptible o intangible.
5. Agua (H₂O gaseosa)
En el cuerpo humano: base absoluta de toda estructura orgánica (70% del cuerpo).
Hipótesis: el agua en fase gaseosa es un vehículo de información vibracional. Sus puentes de hidrógeno podrían comportarse como micro-antenas.
Puente dimensional: funciona como memoria líquida universal, estabilizando las formas energéticas al pasar de lo sutil a lo material.
6. Dióxido de Carbono (CO₂)
En el cuerpo humano: producto metabólico de la respiración celular.
Hipótesis: sus variaciones en sangre (hipercapnia, hipocapnia) modifican directamente la conciencia y percepción.
Puente dimensional: el CO₂ podría ser el regulador que abre o cierra los “umbrales respiratorios” hacia otros planos.
7. Metano (CH₄) y derivados (etano, propano, butano)
En el cuerpo humano: presentes en trazas, sobre todo en procesos digestivos (flora intestinal).
Hipótesis: gases livianos, inflamables y con capacidad vibracional. Podrían ser combustibles bioquímicos de las microfábricas dimensionales.
Puente dimensional: actuarían como chispa secundaria, amplificando resonancias lumínicas y generando la “burbuja fotónica” de ovnis y entidades.
Síntesis parcial
El cuerpo humano contiene ya los elementos fundamentales que también están en la atmósfera y en la base del soporte dimensional. Por tanto, no sería extraño pensar que nosotros mismos somos prototipos de interfases vivientes, capaces de conectarnos con esa red espiritual interdimensional, como si fuéramos “routers biológicos” dentro de la gran internet cósmica.
Micro-Corpúsculos y FunciónCada gas, en condiciones extremas (altas presiones, radiación cósmica, calor intenso o enfriamiento súbito, campos electromagnéticos), puede descomponerse en corpúsculos aún más pequeños: electrones excitados, plasmones, fonones, o incluso partículas especulativas como taquiones o fotones oscuros.
El calor cumple un papel doble:
Excitación: temperaturas elevadas provocan que los corpúsculos entren en estados vibracionales y rotacionales inusuales, lo que los hace “saltables” entre planos.
Transición de fase: el paso de calor a frío súbito puede cristalizar corpúsculos en formas de energía coherente, como si fueran puentes temporales.
Memoria energética: un corpúsculo excitado por calor conserva por fracciones de segundo la “firma” energética, permitiendo transmitir información entre dimensiones.
Estos corpúsculos y su calor residual podrían operar como:
Bits de comunicación interdimensional.
Ladrillos de estructuras energéticas, como vehículos o laboratorios del plano espiritual.
Armas o escudos de energía, cuya descarga térmica o vibracional impacta directamente en el sistema nervioso humano, generando miedo o parálisis.
Además del rol del calor como motor excitador, se postula que ciertos fenómenos requieren de la implantación de campos permanentes para sostener su coherencia en la dimensión sutil.
Definición:
Un campo permanente sería un estado estable de energía, no dependiente de flujos externos, que se adhiere a los micro-corpúsculos gaseosos y los “ancla” en una configuración duradera.
A diferencia de los campos dinámicos (electromagnéticos fluctuantes), los permanentes actúan como patrones de cristalización energética, impidiendo la dispersión natural de sustancias en un medio etéreo.
Función en la otra dimensión:
Muchas de las sustancias gaseosas que especulamos (ozono denso, xenón excitado, vapores de hidrocarburos, fotones atrapados) son inestables y tienden a disolverse en segundos en nuestro plano físico.
En la dimensión paralela, un campo permanente serviría como “matriz invisible” que fija su densidad y evita la evaporación dimensional.
Ejemplos tecnológicos:
OVNIs burbuja: su forma flexible y su capacidad de estirarse al acelerar serían producto de un campo permanente esférico que mantiene un equilibrio entre elasticidad y cohesión.
Ángeles y vírgenes luminosas: al materializarse, adquieren una monocromía dorada estable gracias a un campo permanente que cristaliza la radiación fotónica y la luz térmica en torno a su figura.
Generadores interdimensionales: serían dispositivos que crean burbujas de campo permanente donde los gases sutiles y radiaciones pueden ser almacenados y manipulados como materia prima.
Analogía especulativa:
Así como los imanes generan campos permanentes que estabilizan estructuras metálicas a nivel atómico, estas tecnologías utilizarían campos permanentes interdimensionales para estabilizar gases, radiaciones y microcorpúsculos en estados coherentes y operativos.
Esto enriquece la tesis porque nos da un mecanismo físico especulativo para explicar cómo lo inestable (gases, luz, calor) puede convertirse en formas estables de vehículos, seres y armas en la otra dimensión.
Sub-Campos y Estabilidad de Campo
4.1 Sub-Campos como Estratos Energéticos
La interconexión interdimensional (permitiendo el pasaje parcial entre planos).
La alteración del tiempo local (dilataciones perceptivas en testigos de fenómenos).
El anclaje momentáneo de formas energéticas en el plano material.
4.2 Estabilidad lograda mediante Cambio de Campos
Ejemplo:
Una burbuja de xenón ionizado podría, en condiciones de sub-campo rotado, mantenerse estable como esfera luminosa en otra dimensión, proyectándose en la nuestra como una luz flotante (lo que algunos interpretan como “orbes” o “esferas de energía”).
4.3 Coincidencias Químicas con el Cuerpo Humano
Sorprendentemente, varios de los elementos listados en la Tesis II coinciden con los que se encuentran en el organismo humano:
Oxígeno (O₂): esencial en la respiración celular, y al mismo tiempo principal modulador de campos sutiles.
Nitrógeno (N₂): mayoritario en la atmósfera y presente en los aminoácidos, sostén de la vida.
Dióxido de Carbono (CO₂): desecho metabólico, pero también vehículo gaseoso que transporta información vibratoria.
Vapor de Agua (H₂O gaseosa): puente ideal entre estados de materia y estados energéticos, dado que fluctúa fácilmente entre líquido, sólido y gaseoso.
Metano y trazas de hidrocarburos: presentes en la flora intestinal, sugieren que el cuerpo humano mismo es un reactor de gases sutiles.
Esto lleva a la hipótesis de que el cuerpo humano ya es un laboratorio natural de interfase dimensional, capaz de resonar con los mismos sub-campos que estabilizan fenómenos como “esferas luminosas”, apariciones de entidades o materializaciones.
Los sub-campos pueden entenderse como divisiones o ramificaciones de un campo principal, donde los micro-corpúsculos sutiles de los gases adquieren configuraciones diferentes según el entorno electromagnético y gravitacional. Esta subdivisión permite que sustancias inestables en un plano se vuelvan relativamente estables en otro, siempre que el campo de soporte (campo madre) logre generar una resonancia adaptativa.
La estabilidad de campo se logra a través de cambios dinámicos, pero mantenidos en un rango de oscilación “permanente”. Es decir, no un campo estático rígido, sino un campo vibracional que sostiene la cohesión de la sustancia, aún en estados exóticos de fase.
Aplicaciones Tecnológicas Especulativas1. Generadores Dimensionales de Estabilidad
Dispositivos que manipulan la frecuencia de sub-campos, para mantener estables combinaciones gaseosas (como xenón + fotones oscuros + ozono denso) en un plano no físico. Estos generadores actuarían como “incubadoras” de materia transdimensional.
2. Vehículos de Burbuja Flexible
Aplicando sub-campos, se podrían crear esferas flexibles de gas y fotones, similares a los OVNIs esféricos reportados. Estas burbujas serían capaces de “desplazarse” entre planos gracias a la modulación de la presión interna de los micro-corpúsculos gaseosos estabilizados.
3. Armas de Campo Luminiscente
El control de gases excitados (oxígeno, argón, y vapor de agua) podría generar zonas de alta luminiscencia transdimensional. Estas zonas actuarían como armas disuasorias, capaces de desorientar o incluso alterar los sistemas nerviosos de objetivos biológicos.
4. Comunicadores de Sub-Campo Neural
La coincidencia de ciertos gases con los presentes en el cuerpo humano (oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono, vapor de agua, metano en trazas) permitiría la creación de dispositivos que utilicen resonancia de sub-campos para interactuar directamente con el cerebro humano. De esta manera, la “internet espiritual” se traduciría en tecnología tangible de transmisión mente-a-mente.
5. Laboratorios Interdimensionales
Los sub-campos proporcionarían estabilidad a microambientes donde los “científicos del otro plano” (visión especulativa) ya manipulan estas sustancias. Tecnologías posibles: síntesis de nuevos gases etéreos, motores de vibración transdimensional, o sistemas de regeneración energética basados en campos resonantes.
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